Núm. 80 (2000)
Artículos originales

Patrones de la macrofauna edafica en un cultivo de Zea maiz durante la fase postcosecha en la Mancha, Veracruz, México

Francisco Javier Villalobos
Instituto de Ecología, A.C.
Raúl Ortiz Pulido
Instituto de Ecología, A.C.
C. Moreno
Instituto de Ecología, A.C.
N. P. Pavón Hernández
Instituto de Ecología, A.C.
H. Hernández Trejo
Instituto de Ecología, A.C.
J. Bello
Instituto de Ecología, A.C.
S. Montiel
Instituto de Ecología, A.C.

Publicado 16-08-2000

Palabras clave

  • Macrofauna,
  • densidad,
  • distribución espacial,
  • diversidad,
  • CICOLMA,
  • Veracruz,
  • maíz.
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Cómo citar

Villalobos, F. J., Ortiz Pulido, R., Moreno, C., Pavón Hernández, N. P., Hernández Trejo, H., Bello, J., & Montiel, S. (2000). Patrones de la macrofauna edafica en un cultivo de Zea maiz durante la fase postcosecha en la Mancha, Veracruz, México. ACTA ZOOLÓGICA MEXICANA (N.S.), (80), 167–183. https://doi.org/10.21829/azm.2000.80801898

Resumen

Estudiamos la macrofauna del suelo de un cultivo de Zea maiz durante la fase postcosecha en el Centro de Investigaciones Costeras La Mancha, Veracruz. Describimos patrones de densidad, distribución espacial y diversidad en relación con la temperatura, humedad y pH del suelo. Para esto conjuntamos cuatro estrategias: a) muestreamos la macrofauna en estratos de 10 cm hasta los 70 cm de profundidad; b) separamos la fauna a nivel de morfoespecie; c) estimamos el tamaño de las agregaciones de las morfoespecies mediante una técnica de cuadrante-varianza; y d) ordenamos, mediante un análisis de correspondencia canónica, morfoespecies y estratos en un marco de referencia ambiental. La densidad de la macrofauna del suelo estudiado es la más baja reportada hasta la fecha para agroecosistemas en el mundo (246 individuos/m2). Colectamos 46 morfoespecies, que se distribuyeron generalmente en el primer o segundo estrato del suelo y presentaron una distribución agregada. El diametro de las agregaciones de los Oligochaeta juveniles fue superior a 1.5 m y para las larvas de Tenebrionidae y los Diplopoda juveniles fue de 0.9 y 1.2 m, respectivamente. Debido a que es posible separar distintos grupos de acuerdo con sus rangos de tolerancia a la temperatura, pH, humedad y materia orgánica en el suelo, es factible que los patrones de distribución registrados sean un reflejo de las preferencias de la biota a diferentes microambientes y al estado de degradación del suelo.